Marvin se apresuró a regresar a la tienda y le dijo a Isabelle:
—¡Escóndete en el Primer Salón! ¡Protégete!
Esta asintió, pero cuando Marvin se dio la vuelta y se dirigió a la batalla, una expresión extraña brilló en sus ojos.
Todo el mundo se despertó por aquel estruendo. Madeline salió volando directamente sobre una alfombra mágica.
—¡Reúnanse!
Un cuerno profundo y bajo se podía escuchar haciendo eco mientras los soldados entrenados se reunían rápidamente.
Madeline había traído a lo mejor entre las élites. Ningún soldado se había quitado la armadura para dormir, y sus armas también estaban a su lado. En solo tres minutos, sin importar si eran sus guardaespaldas personales o las tres grandes tropas, todos se habían reunido.