––¿Eres tú?
Ollie estaba mirando al elfo que salía de las ruinas, aturdido.
Marvin también miró y se sorprendió de inmediato... ¡También conocía a este tipo!
Era un elfo barbudo vestido muy desaliñado llevando una espada de hierro desgastada.
Se veía muy guapo, pero su ropa, zapatos y otras pertenencias no parecían haber sido lavadas en años.
Salió de las ruinas, totalmente relajado, haciendo con su sonrisa que la gente se sintiera muy cálida.
¡Pero todos los elfos lo miraron como si se enfrentaran a un gran enemigo!
––¡Su Alteza Ivan! ¡No debería estar pisando esta región!
Al escuchar la burla, el rostro de Ollie se puso rojo antes de volverse extremadamente serio, dijo: ––Deberías estar esperando tranquilo en el territorio Gigante de Piedra. ¡Y no vagar por todas partes en el Bosque de las Mil Hojas!