Shuro-sama había perdido un montón de tiempo creando un ejército de Esqueletos Infecciosos, pero, de repente, todos se habían vuelto en su contra. Rápidamente, Shuro dio media vuelta y huyó. Todos los Esqueletos Infecciosos se volvieron para atacarlo.
Shuro nunca se hubiera imaginado que su mejor habilidad sería utilizada en su contra. El primer golpe bajo que recibió fue el hecho de que sus Esqueletos Infecciosos no podía causarle daño alguno a Zhang Yang. El segundo, y el más duro, fue haberle entregado todo un ejército de Esqueletos Infecciosos a los jefes, además, gratis. Viendo como los esqueletos se habían inclinado respetuosamente ante Helena, con toda seguridad, ahora serían utilizados en su contra.