—Ella nunca pudo renunciar a los sentimientos del pasado. Esp or eso que, incluso después de la muerte, ha vuelto en forma de espectro —dijo Zhang Yang, sentándose al lado del ataúd—. Cuéntame tu historia, Conde Roland. ¿Por qué sigues vivo y oculto en un ataúd?
Banct Roland Comenzó a llorar. El hombre debía tener unos 40 años de edad, pero su apariencia y complexión lo hacía parecer de 80 años. Sorprendentemente, aún conservaba cierta aura de caballero. Banct hizo silencio por un minuto. Después de sollozar un par de veces, murmuró:
—Yo estaba comprometido antes de conocer a Helena.