—¡Busquémoslo! —dijo Zhang Yang, molesto.
Todos se separaron y comenzaron a buscar por todas partes. Algunos pensaron que debía haber algún tipo de mecanismo que abriera una puerta, o revelar una pared oculta.
—¡Ja, ja, ja! ¡Lo encontré! —dijo Wei Yan Er, riendo alegremente.
Justo donde estaba parada, había una enorme estatua humanoide. En la base de la estatua, brillaba un jade. En el juego, los ítems u objetos con los cuales se podía interactuar, estaban resaltados con un aura brillante. Ítems u objetos como como hierbas, minerales e incluso interruptores estaba resaltados para ayudar a los jugadores a encontrarlos.
—¡Espera! ¡No lo toques! —dijo Zhang Yang para detenerlo.