Ambos eran NPC muy dramáticos, ¡pero Winchester ganaba por una victoria aplastante!
Cuando a Winchester le quedaba más de un 30% de potencia, ya había conseguido poner de rodillas a Leonardo. ¡La victoria fue sólo un corte de espada!
—¡Parece que la búsqueda fue así de fácil! —todos estuvieron de acuerdo.
—¡Señor Wakala! ¡Ayúdame! —de repente, Leonardo lloró de terror.
Winchester se mofó y apuntó con su espada a la garganta de Leonardo.
—Renuncia a tus sueños tontos, Leonardo. Desde el momento en que levantaste tu espada contra la humanidad, estabas destinado a tener este final.
Winchester levantó su espada en alto. ¡En el momento en que la espada cayera, la cabeza de Leonardo rodaría!
¡BOOM!
Una nube de gas negro comenzó a filtrarse del
cuerpo de Leonardo formando una gran mano que agarró la espada mientras bajaba, impidiendo que la hoja cortase la cabeza de Leonardo.