Lo que mejor hacen los asesinos es atacar sigilosamente. Al salir del modo sigilo adquieren un daño adicional de 30% sobre su daño original. Con dos armas a mano, también podían aturdir a jugadores de cualquier profesión, con niveles y equipamiento de grado similar. Mientras no estén lidiando con tanques, nadie tenía oportunidad contra ellos.
Pero, para una batalla contra un jefe, la velocidad de ataque del arma secundaria es demasiado rápida, resultando en un daño extremadamente bajo por el algoritmo de balance del juego. Mientras más rápida sea el arma, menor será el daño que haga. Así, cuando están atacando a un jefe con la defensa alta, básicamente eran como hormigas tratando de morder a un elefante. Desde este punto de vista, los puntos de defensa siempre anulaban su poder de ataque, así que sólo podían depender de equipamiento superior y habilidad excelente, junto con un manejo apropiado del maná, para cubrir esta debilidad.