Ambos continuaron avanzando como langostas cruzando la frontera, sin dejar pasar un sólo monstruo ni una sola hierba.
Aun así, avanzaban con cuidado. Más adelante el rio se convertía en un enorme vórtex sin fondo. Si alguno no era cuidadoso, podían terminar cayendo en él.
Si alguno de hecho caía en la corriente, no tendrían escape. Tendrían que usar un [Pergamino de Teletransportación] para volver a la ciudad, o suicidarse y revivir en el cementerio. Ambos eran gastos completamente innecesarios.
Tres horas más tarde, llegaron a lo más profundo del abismo. Ambos habían obtenido muchísimos puntos de experiencia, además de hierbas, y el inventario de Han Ying Xue ya estaba completamente lleno.
Podían ver desde lejos, que una enorme pitón estaba enrollada bajo una piedra. Su cuerpo era tan grueso como un tren.
Las escamas de la pitón eran grandes y pesadas, cada escaba era tan grande como una tapa de alcantarilla, eso les hizo sudar frío.