¡Bang!
Con un golpe de su mazo, Frodoc derrumbó la puerta de la mansión. Entró, seguido de cientos de guardias de élite, con Zhang Yang y los demás entre ellos.
Por el camino iban apareciendo monstruos de élite normales, pero eran instantáneamente eliminados por el poderoso mazo de batalla de Frodoc. Su mazo era incomparable mientras aplastaba a los enemigos uno a uno, sin guardarse nada.
—¡Este NPC es tan feroz! —dijo Fuego Carmesí, quedándose sin aliento.
Zhang Yang respondió con una risa.
—Esto es parte de la historia. Debe ser implacable para ser un general. Los NPC no serán tan poderosos cuando peleen contra jugadores. Si ese no es el caso, puedes probar enfrentarte al jefe.
Fuego Carmesí sacudió la cabeza frenéticamente, ¡era un chiste! Si moría en manos de un NPC cuando la victoria estaba tan cerca, eso lo haría quedar como un estúpido.
—Hubiese sido genial que un NPC así no ayudara con la décima ola —dijo Han Ying Xue.