Llegaron a la Caverna de Huesos en la Fantasmagórica Llanura Desolada tres días después.
—Oye, Zhan Yu, pedazo de idiota, comparte tus ganancias conmigo —dijo Nievecilla cruzándose de brazos y resaltando sus pechos.
—Nievecilla, por favor, sé una dama. ¡Sé una dama! —le reprochó Llovizna inmediatamente.
Mientras fabricaba la poción, Zhang Yang levantó la vista y echó una mirada a sus atributos.
"El tiempo es como el escote de una mujer: aparece cuando se aprieta. Estamos contra el tiempo, así que debemos darnos prisa. Necesitamos apretar más, como el escote de Nievecilla, para tener más" pensó Zhang Yang para sus adentros.
Nievecilla descubrió a Zhang Yang mirando y dijo con una risita: —¿Es algo tan bonito de ver?
—Sí, perfectamente redondos, brillantes y muy atractivos —Zhang Yang respondió con cumplidos.
—¡Pervertido! —Llovizna despreciaba a Zhang Yang por decir esas cosas, pero ella también miraba con envidia el escote de Nievecilla.
