Cuando Chen Guo vio el nombre en la tumba, su mente se llenó instantáneamente con innumerables ideas y pensamientos. Quería confirmar aún más a través de lo escrito en la lápida, pero desde su posición actual y distancia de ellos, no podía ver ninguna otra palabra. Chen Guo no quería distraerlos, así que no avanzó más cerca. Solo se estiró y se agachó para ver si podía recoger alguna información útil que las dos figuras habían bloqueado.
En medio de sus esfuerzos, Ye Xiu de repente volvió la cabeza y vio a Chen Guo.
