Esta no era la primera vez que Li Yibo había cavado su propia tumba. Con la experiencia que había ganado en todos estos años, su dominio del arte de desenterrase era de primera.
—Que Wei Chen haya dejado allí a Windward Formation no fue solo una batalla psicológica. Incluso aprovechó ese tiempo para familiarizarse con el entorno. Ahora puede utilizar el entorno a su favor para tomar la ventaja de manera firme —Li Yibo estaba sereno mientras hablaba, sin negar la idea de una batalla psicológica mientras explicaba su nuevo descubrimiento.
—¡Con que así es! —Pan Lin lo entendió. No había logrado notar eso. En cuanto a la eiségesis[1] descarada de Li Yibo, ya se había acostumbrado desde hace mucho a ella y no podía tomarse la molestia de decir nada al respecto.