"Está bien. Puedes dormir hasta tarde mientras yo bajo y hago el desayuno para todos."
Por primera vez en cuatro años, Huo Mian volvería a trabajar en South Side. Esto la emocionó mucho.
No solo se levantó a las 6 de la mañana, sino que también se ofreció como voluntaria para preparar el desayuno para todos.
Las criadas en la cocina estaban todas asombradas por sus acciones repentinas y trataron de persuadirla para que las dejara hacer el trabajo.
"Joven señora, déjenos la comida a nosotros. Puede decirnos qué quiere comer".
"Joven señora, puede dejarlo en nuestras manos. Podemos preparar comida china y occidental. No tiene que entrar en la cocina. La cocina está fría. El Maestro estaría preocupado si se enferma ..."
Incluso el tío Li se acercó para tratar de detener a Huo Mian. "Joven señora, puede dejarlo en sus manos. Todavía tiene trabajo hoy. No tiene que asumirlo usted mismo".
