—Apuesto 5000 yuanes a que Huo Mian lo hará cambiar de parecer —sonrió Wei Liao.
—Ejém, yo también, Huo Mian ganará definitivamente —añadió Gao Ran, confiado en las habilidades de su amiga.
—Ustedes apestan, ¡Rick es mucho mejor que eso! Huo Mian no va a poder lavarle el cerebro tan fácilmente —refutó Zhu Lingling.
—Entonces, señora Gao, ¿apuestas por Rick? —Tang Chuan rió.
—¡Por supuesto que no! Como la mejor amiga de Mian, siempre estaré de su lado —Zhu Lingling sonrió.
—¡Ja, pensé que eras mejor que nosotros, supongo que no! —Tang Chuan estalló de risa.
Ni Yang y Chen Jie observaban en silencio. Ellos eran algo tímidos por lo que no se unieron a la conversación.
—Yu, ¿en dónde está Mian? —preguntó el abuelo Su al mirar hacia donde estaban ellos.
—Ah... salió para ver a su amiga, volverá pronto.
—Parece que pasó algo malo, ¿esa chica se encuentra bien?