— ¿No nos vimos ayer? —la mirada fría de Su Yu barrió el rostro de Huo Siqian.
— ¿Ah, sí? No lo recuerdo... Tengo muy mala memoria y suelo olvidar cosas cuando estoy borracho.
— ¿Estás seguro de que lo olvidaste? ¿O tienes personalidad doble?
— ¿Personalidad doble? Jaja, qué interesante —así, Huo Siqian tomó una copa de vino y se paró frente a Su Yu, como si quisiera provocarlo.
Cuando nadie los miraba, Huo Siqian, repentinamente agachó la cabeza y le susurró a Su Yu al oído: —No puedo creer que aceptes la victoria por algo que planeé durante tanto tiempo... ¿qué debo hacer al respecto?
Su Yu esbozó una leve risa, obviamente al tanto de lo que hablaba Huo Siqian.
—Mientras esté vivo, no dejaré que toques a Huo Mian, ni siquiera un cabello de su cabeza.
—Qué arrogante... e interesante —Huo Siqian se rió con desdén.
—No tienes que creerme, pero ya lo veremos.