1645
Su Yu levantó la cabeza y vio a Jian Tong parada en la puerta. Llevaba puesta una gabardina color verde oscuro. Era alta, flaca y sus curvas estaban en los lugares correctos. Siempre pareció ser un poco distante y misteriosa.
Debido a su reciente popularidad y su falta de "acción" con Su Yu, muchos herederos de segundas generaciones y hombres de negocios adinerados la habían estado persiguiendo, lo que le causaba un dolor de cabeza. Por lo tanto, pidió grabar en Australia, lo que explicaba por qué Su Yu no la había visto por un tiempo.
—Presidente Su —dijo Jiang Tong.
—Volviste.
Ella asintió.
—Terminé de gravar.
—Ah, ¿cómo va eso?
—Bastante bien.
—Eso es bueno —asintió Su Yu.
Sin decir nada más, agachó la cabeza y comenzó a ordenar los documentos que estaban sobre su escritorio. Luego, tomó su teléfono y su cargador y se marchó de su oficina.
—Presidente Su...
—¿Necesitas algo?