Qin Chu caminó lentamente hacia Huo Mian.
Los gritos y el sonido de las persianas de la cámara aún llenaban el aire.
—¡Christina! ¡Andrew!
Mucha gente comenzó a gritar los nombres de esas dos superestrellas internacionales. Los dos sonrieron mientras caminaban de la mano por la alfombra roja. Posaron para las fotos y saludaron en reconocimiento a las personas que los rodeaban.
—Maldición... No puedo soportarlo más, tengo que ir a conseguir un autógrafo —dijo Tang Chuan no pudiendo quedarse quieto. Se movió para abrir la puerta.
Sin embargo, fue detenido por Wei Liao...
—Quédate quieto, no le causes más problemas a Su Yu.
—¡Pero soy un gran fan de Christina! Incluso me cree una cuenta en Facebook por ella…—explicó Tang Chuan. Él estaba triste.
—Quédate quieto, ni siquiera pienses en perseguir a una chica blanca. Ella tiene una cita, y con tantos periodistas, no pienses en causar alboroto.