Huo Mian sabía que él estaba actuando de forma misteriosa nuevamente, y podría haberle preparado otra sorpresa muy pronto.
Después de caminar cerca de cinco kilómetros del sendero de la montaña, Huo Mian se sorprendió por el hermoso paisaje frente a sus ojos.
Las hojas amarillas de los árboles estaban llenas a ambos lados del camino, y como los abedules se volvían dorados en el otoño, era muy hermoso.
Sin embargo, después de cinco kilómetros, el amarillo de repente se convirtió en un mar de rojo profundo...
Era como si un hechizo hubiera sido lanzado sobre esta área.
—Dios mío, es hermoso... —dijo Huo Mian, observando las hojas rojas a su alrededor mientras giraba en círculos. Se sentía como si estuviera dentro de un cuento de hadas.