Justo en ese momento, de repente su celular comenzó a sonar...
Huo Mian atendió de inmediato cuando vio quién estaba llamando. Zhu Lingling siempre llamaba en el momento perfecto.
— Oye, Lingling —saludó Huo Mian.
—¿Ya comiste? —preguntó ella
—Estoy cenando en este momento —dijo Huo Mian.
—Debí haberte llamado antes, quería que cenáramos juntas —respondió casi lamentándolo.
—¿Sucedió algo bueno? —sonrió Huo Mian.
— Por supuesto, tengo un auto nuevo —dijo como si nada.
—¿Tienes un auto nuevo? ¿Tan pronto? ¿Recibiste un aumento? —preguntó curiosa Huo Mian.
—Sí, claro, solo con mi salario. Incluso si me dieran un aumento no haría la mínima diferencia. Ese heredero de segunda generación me compró un auto, es un Mercedes-Benz GLK negro. Genial, ¿verdad? —dijo entusiasmada.
—Sí, ¿qué hay de tu Mazda?
—Se lo di a mi padre. Había estado conduciendo al Hyundai durante años, es hora de un cambio —razono Zhu.
