—Lo sé, pero nunca tuve metas muy ambiciosas y nunca le vi el beneficio a tener tanto dinero. Una vida normal es lo que me hace feliz. Durante todos estos años, mi madre y yo hemos trabajado muy duro, pero me he sentido muy realizada.
—Bien, creo que entiendo a lo que te refieres.
—Gracias por comprenderlo.
—Pero, y no me culpes por ser directa, si te arrepientes, espero que te unas a mi bando. Si te pones del lado de Shen Jiani, nos volveremos enemigas y no tendré más opción que encargarme de ti.
—Lo entiendo —asintió Huo Mian.
—Muy bien, me agradan las chicas inteligentes como tú.