—Voy a un viaje de negocios a Taipéi. El vuelo es mañana por la noche. ¿Quieres venir?
—¿Yo? No puedo, tengo que trabajar.
—Tómate días libres. Volveremos en dos o tres días.
—No quiero ir, de verdad no estoy de ánimo y no podré disfrutarlo. —dijo Huo Mian y negó con la cabeza. No quería ir y arruinar su humor.
El hospital era un caos, y si ella fuese de vacaciones, ¿qué ocurriría si la familia de la paciente fuese al departamento de Ginecobstetricia a molestar a Huang Yue? Ella no quería irse y dejarla a ella con esa responsabilidad.
—No te preocupes.
Al ver que ella no quería ir, Qin Chu dejó de insistir. Él miró su reloj; eran las 8.
—¿Tienes hambre? ¿Quieres ir a comer algo?
Huo Mian negó con la cabeza.
—¿Sucedió algo en el hospital?
Qin Chu no podía evitar preguntarlo, ya que había notado lo mal que se veía Huo Mian.
—No sucedió nada. Creo que aún no me acostumbro al nuevo departamento en el que estoy.