—Solo… déjame pensar en ello, y volveremos a hablar de ello.
—De acuerdo, estaré esperando por ti —dijo Wei Dong, mientras observaba a Huo Mian con amor.
Luego de que Huo Mian abandonó el restaurante, se dirigió directamente al hospital. Su hermanito aún no había despertado, así que se quedó en el salón exclusivo para cuidar de él.
Entretanto, la salud mental de su madre había empeorado. Se volvió aún más ansiosa, parecía que explotaría en cualquier momento.
Huo Mian, exhausta se sentó en el banquillo frente al salón exclusivo y cubrió su rostro con un brazo.
—Huo Mian — llamó alguien.
—Enfermera Jefe —dijo Huo Mian con cierta dificultad luego de reconocerla.
—Oí sobre lo sucedido, te dejaré tomarte unos días de descanso, por los siguientes días cuida de tu hermanito, esa es tu prioridad —dijo la enfermera Jefe.
—Muchas gracias, enfermera Jefe.
