—Tengo mis métodos —contestó Tangning con calma.
No obstante, aunque Hai Rui era el líder de la industria y Mo Ting era el rey del entretenimiento, el Señor Ni seguía siendo alguien de los bajos fondos. Por lo tanto, Yang Xi sabía tan bien como todos que aunque el Señor Ni parecía limpio en la superficie, estaba involucrado en muchas actividades ilegales. Es una pena que no hubiera podido conseguir ninguna prueba contra él.
Por eso la policía estaba tan emocionada cuando la capturaron por primera vez, esperando que le sacaran algo.
Desafortunadamente para ellos, Yang Xi no tenía nada. Ella simplemente les mintió, esperando una oportunidad en la vida. Porque por alguna razón, sintió que la misma Tangning que la despreciaba, no la lastimaría de verdad y en cambio la ayudaría.