—Mamá..., tranquilízate, no te pongas nerviosa. ¿Acaso no confías en tu hija y en tu yerno? —la consoló Tangning—. Solo tienes que evitar a Tang Xuan y hacer todo lo posible para no ser engañado por ella.
Xia Yuling respiró hondo y se calmó.
—Está bien —suspiró con importencia.
—No pelees con ella por nada, solo lo usará de excusa para abrir una brecha entre tú y la familia Tang. Únicamente tienes que tratarla como si no existiera..."
Xia Yuling ya había experimentado esto.
—La única razón por la que llevo a la familia sobre mis hombros es para poder protegerte, hija mía. Pequeña Ning, no te preocupes, mamá no será tan opresiva como lo ha sido en el pasado.
—Mamá... lo sé —rió Tangning, intentando aligerar el ambiente deliberadamente—. Déjame contarte una buena noticia.
—¿Qué buena noticia podrías tener? Constantemente, haces que otros se preocupen apareciendo en los titulares.
Tangning se aferró a su vientre y anunció suavemente: