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Chapter 5 - Capítulo 5 - La Noche De Bodas

Los medios de comunicación no podían ofender a Hai Rui, aún cuando no comprendían por qué Hai Rui estaba ayudando a Tangning.

Incluso a Long Jie le costaba entender cómo su plan había salido tan bien. En un principio, había esperado que les tomara unos cuantos días.

—Tangning, dime…¿te está apoyando otra compañía?

— No, —contestó Tangning, mientras contemplaba al hombre que tenía detrás de sí— sin embargo, hay alguien que me ha estado ayudando detrás de escenas. Pero aún no puedo revelar quién es.

—¡Jajaja! Está bien… ya hablaremos de eso más tarde. ¡Sólo pensar en la cara de loco de Han Yufan es suficiente para quedarme contenta! —dijo, Long Jie asumiendo que Tangning había recibido ayuda de su familia.

No tenía la más mínima idea de que en realidad, Tangning se había convertido en la esposa del rey del entretenimiento, Mo Ting.

—¿Estás intentando usar esta oportunidad para dejar Tianyi? —preguntó Mo Ting mientras cortaba con elegancia el filete que tenía en frente.

—No, sería demasiado fácil para ellos que simplemente me fuera. Les voy a bajar del pedestal— explicó Tangning. —Además, he decidido que voy a regresar a la industria del modelaje. Desafortunadamente, mi popularidad no es tan grande como antes, por eso Tianyi puede serme de utilidad.

—Estás diciendo esto porque ahora estás enojada. ¿Y si un día dejas de odiar..?

—Lo que ya he decidido, no lo voy a lamentar ni mucho menos arrepentirme —respondió Tangning con seguridad. Cuando estaba enamorada, ella amaba con todo su corazón. Cuando odiaba, ella podía despedazar a la otra persona con sus propias manos.

Como si fuera poco, ya había pasado un buen tiempo desde que se habían difundido las noticias de Tangning en el desfile, y sin embargo, Han Yufan no le había llamado ni una sola vez para saber cómo estaba. En lugar de eso, había publicado noticias que podrían arruinar fácilmente a Tangning. No iba a permitir de ninguna manera que Han Yufan volviera a lastimarle.

Mo Ting permaneció en silencio, intrigado por Tangning.

Tangning no era ninguna estúpida, de hecho, había sido muy inteligente. Sabía que no podía ocultarle nada a Mo Ting, por eso se lo contó todo rápidamente. Fuese bueno o fuese malo, no había nada que ocultar.

—Le he pedido a mi asistente que nos prepare una habitación en este hotel para esta noche. Nos quedaremos aquí. Mi casa no es nada divertida. 

Las orejas de Tangning se enrojecieron mientras asentía

—Como quieras…

Mientras tanto, Han Yufan estaba por todas partes, intentando llegar a una tregua con los medios de comunicación y sus socios comerciales. En comparación a la noticia del embarazo de Mo Yurou, ni siquiera se le había ocurrido pensar en Tangning, ni le importaba dónde estaba en ese momento.

Luego de una cena romántica, Tangning siguió de cerca a Mo Ting mientras éste la conducía hasta la suite presidencial. Para su sorpresa, resultó ser la suite matrimonial, no una suite presidencial normal.

Considerando el poco tiempo que había tenido, Mo Ting había preparado tantas cosas para ella, y no pudo sino sentirse conmovida por su consideración. Si hubiese sido otra persona, jamás habría hecho lo mismo.

Mo Ting podía sentir el nerviosismo de Tangning. Se quitó la chaqueta del traje mientras se volvía hacia ella y le dijo: —Me ducharé primero para que tengas un poco de tiempo para tomar una decisión. Si no estás segura de querer hacer esto, podemos posponer indefinidamente nuestra noche de bodas.

Tangning se sintió agradecida por su consideración mientras lo veía acercarse al cuarto de baño. Pero… si ya estaban casados, ¿tenía ella el derecho a hacer que Mo Ting se adaptara a sus indecisiones infantiles?

Con esta idea en la mente, Tangning abrió la puerta de par en par y se dirigió raudamente hacia el baño. Mo Ting la miró lleno de sorpresa, mientras lo alcanzaba y lo envolvía en un estrecho abrazo:

—¡No me arrepiento!

—¿Estás segura? Una vez que te haya hecho mía, no tendrás la oportunidad de cambiar de idea

Mo Ting se contuvo. Su voz profunda y sensual era suficiente para tocar una fibra del corazón de cualquier persona, y ponerla en un trance. 

—Estoy segura.

Al escuchar su respuesta, Mo Ting se relajó. Con una mano, tomó a Tangning de la cintura y presionó sus labios contra los de ella. Con la otra, desprendió su vestido, que ahora se hallaba empapado.

La mente de Tangning estaba zumbando. Nunca antes había experimentado un beso como éste, tan mágico que le hacía perder el control.

De pie bajo la ducha, Tangning miró hacia Mo Ting. Completamente hipnotizada, examinó su fantástico aspecto. Notó el lunar parecido a un diamante en el lóbulo de su oreja, y sus ojos que la miraban apasionadamente, deseando tragársela entera.

Sin embargo, cuando llegó el momento de llevar las cosas a otro nivel, él no se apresuró. En lugar de eso, la envolvió en una toalla y la llevó en sus brazos hasta la cama, cubierta de pétalos de rosas. Cuando su cuerpo se inclinó hacia ella, él ya estaba usando protección. Sin embargo, cuando estaba a punto de penetrarla, sintió una obstrucción.

Tangning gritó de dolor.

Mo Ting se retiró rápidamente mientras la envolvía en la manta.

Había supuesto que, ya que Tangning estuvo en la historia del entretenimiento y ya había estado en una relación con Han Yufan, que ésta no sería su primera vez, pero… con la sensación de ahora, estaba seguro de que ella nunca había hecho esto antes...

—¿Qué ocurre? —dijo Tangning, notando que Mo Ting se había detenido y no pudo sino mirarle a la cara para hacerle esa pregunta. Su rostro tenía un atractivo rubor.

— Hagámoslo en otro momento —dijo Mo Ting sorprendida, a la vez que se sentía mal por haber malinterpretado a Tangning.

—¿No estás satisfecho conmigo?

—Si yo continuara… te habría lastimado. Mo Ting se envolvió en la bata y regresó a la cama, intentando controlar sus deseos. No quería que la primera vez de Tangning fuese una mala experiencia para ella. —¿Por qué no me has dicho que no lo habías hecho antes?

—¿Cómo iba a contarte algo como esto? — respondió Tangning mientras se acurrucaba contra el hombro de Mo Ting.

— Sabía que te darías cuenta tú solo. De todos modos…¿qué significa esto? ¿Lo… hicimos?

—Sin importar lo que hayamos hecho o lo que no, ahora eres la Señora Mo y no puedes escapar.

Al terminar de hablar, Mo Ting se puso de pie, levantó a Tangning en sus brazos y se la llevó al cuarto de baño.

—Déjame ver si estás herida.

Mirando la expresión preocupada de su rostro, Tangning no pudo evitar dejar escapar una risa.

—No te pareces en nada a la imagen que tienen los demás de ti. 

—¿Cómo creíste que sería?

Mo Ting posó suavemente a Tangning en la bañera y abrió el grifo.

—Un dictador con absoluto control sobre la vida y muerte de sus empleados. Una persona sin sentido de humanidad.

—En efecto, para otras personas, sí, así soy —dijo Mo Ting con total sinceridad—. Pero tú eres diferente… porque eres mi esposa y confías en mí, te mostraré a mi verdadero yo. Sin embargo, Tangning, debo advertirte… que para mí, una mentira es una mentira. Si traicionas mi confianza, nunca te lo perdonaré.

Tangning se acomodó, casi tocando la nariz de Mo ting con la suya.

—Qué casualidad, yo soy exactamente igual. 

Esa noche, su relación física técnicamente no se había consumado. Sin embargo, sus corazones se habían acercado.

A la mañana siguiente, Tangning se despertó con la cegadora luz del sol que brillaba en la ventana. Para su sorpresa, el lugar junto a ella en la cama, estaba vacío.

Tangning supuso que Mo Ting ya se había ido, pero la estaba esperando pacientemente en la sala de estar mientras hojeaba algunos documentos.

—He preparado ropa nueva para ti en el baño. Nos iremos cuando estés lista.

Tangning asintió obedientemente mientras se dirigía hacia el baño. En ese momento, su teléfono sonó repentinamente. Era Han Yufan.

Tangning miró hacia Mo Ting llena de incomodidad, mientras él subía una ceja encantadoramente y preguntaba:

—¿Quieres que conteste yo?