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—Tu relación con tu hermano es realmente muy profunda —sonrió mientras se apoyaba en su silla—. Me calienta el corazón. Sin embargo, cuanto más es así, más quiero ver a tu hermano caer en la desesperación por tu culpa. ¿No sería divertido?
Ling Lan ahora rezumaba un aura llena de crueldad y maldad. Ella era completamente distinta del cálido y educado General Ling Xiao. En cambio, era como un demonio que venía de las profundidades del infierno.
—Como comandante en jefe de la base, ¿cómo puede acusar falsamente a alguien que no tiene nada que ver con todo esto sin ninguna prueba? —apretó sus puños y contuvo su ira. Luego recordó algo y sonrió fríamente—. El General Ling Xiao siempre ha sido un individuo justo y recto. Es un modelo a seguir al que nuestros soldados admiran. Así que, el Comandante de Regimiento Ling no hará nada que haga quedar mal al General Ling Xiao, ¿verdad?
