Los operadores de Mekas de Bing Ge fueron muy eficientes. Se tomaron un tiempo para confirmar la dirección y pronto, llegaron al lugar donde se encontraron con los monstruos con precisión.
Cuando llegaron a su destino, todos se callaron.
La escena era trágica. Muchos operadores de Mekas decidieron autodestruirse con las criaturas que se arrastraban sobre ellos, dejando muchas partes de Mekas quemadas dispersas por el área. Ramas y hojas rotas estaban por todas partes. Había humo por todos lados. Muchos árboles aún ardían y se podía escuchar el sonido del fuego crepitar.
Hubo algunos operadores de Mekas que no eligieron autodestruirse. Esos operadores de Meka se sentaron sin fuerzas en sus cabinas que habían sido mordidas. Estaban cubiertos de sangre. El suelo estaba manchado con sangre roja y sangre azul violácea.
