Ling Lan pensó por un segundo y luego ordenó: —¡Pequeño Cuatro, tú tomas la decisión!
¿Estaba dejando que Pequeño Cuatro tomara la decisión? Era la primera vez que recibía el poder de tomar una decisión. No dudó y corrió a los circuitos para ayudar a su jefe a resolver el problema.
En la habitación de la familia Li.
El asistente responsable de gritar los precios de la subasta vio que su competidor aumentó el precio. Ni siquiera pensó, ingresó el precio y lo envió.
—Enviando... —después de un tiempo, había pasado otra ronda, pero en realidad no mostraba su información. El asistente sabía que algo andaba mal. Inmediatamente levantó la cabeza y gritó—: Jefe, creo que algo funcionó mal.
El representante de la familia Li, que originalmente dormía a medias, inmediatamente abrió los ojos. Él preguntó fríamente: —¿Qué pasó?
—La oferta que acabo de ingresar no fue recibida por la casa de subastas. No mostraron nuestra información.
