—¡Pico Qi-Jin de nivel superior! —Los ojos de Qiao Ting brillaron con una aguda luz. Un año atrás, ya había sabido de la etapa de habilidades físicas de Ling Lan. En aquel entonces, no estaba seguro de poder vencer a Ling Lan en habilidades físicas, pero ahora tenía una buena oportunidad de luchar.
—¡He dicho que nunca ganarás! —Una sonrisita apareció en los labios de Ling Lan. Apenas había terminado de hablar cuando desató toda su fuerza de presencia, y una poderosa y fría presión cubrió instantáneamente toda la sala de control. Qiao Ting sintió que la temperatura de la sala de control central bajaba drásticamente; un frío ineludible invadió su corazón, y sintió como si sus cuatro extremidades estuvieran a punto de congelarse.
Fue entonces cuando vio aparecer una fina capa de hielo en su puño tocando la palma de la mano de Ling Lan, y el hielo fue subiendo lentamente por su brazo.
