Sin embargo, ese breve momento de vacilación de Qiao Ting les dio a los patos sentados inicialmente indefensos, Xie Yi y Lin Zhong-qing, la oportunidad de contraatacar.
Los dos estaban encantados, no dudaron en pilotar sus Mekas para avanzar ferozmente hacia Qiao Ting. A pesar de que ellos también podrían enfrentar esa onda de energía de haz que Li Lanfeng había disparado en esa dirección si se movieran hacia adelante, eso todavía no podía impedir que lo hicieran.
Lin Zhong-qing y Xie Yi sabían muy bien que, frente a un poderoso operador as, eran incapaces de recibir golpes del otro, y mucho menos contraatacar. Wu Jiong, que era más fuerte que ellos, ya había demostrado ese punto. Una vez que dudaran y vacilaran, era probable que murieran en vano, sin poder siquiera usar la autodestrucción para infligir daño al oponente.
