—Jefa, su leopardo parece estar en malas condiciones.
Tras la gran batalla de Li Lanfeng con los dos espectros, Pequeño Cuatro encontró su escondite muy rápidamente rastreando el poder espectral del otro lado. Sin embargo, mientras tanto, después de las confrontaciones sucesivas, Li Lanfeng, quien había estado luchando por su cuenta, se puso gradualmente en desventaja. La situación parecía algo precaria.
—¿Cuánto tiempo más puede aguantar?
La frente de Ling Lan se arrugó. Los espectros del oponente fueron inesperadamente fuertes. Ella no había pensado que el defensor Li Lanfeng se desgastaría tan rápido.
