—¿Qué pasa? ¿Podría ser que realmente tienen la intención de echarnos? —Zhao Jun, quien se había relajado, estaba una vez más ansioso mientras preguntaba con preocupación.
—No, ya que aún no nos han echado, dudo que lo hagan después de esto. Sin embargo, tengo la corazonada de que tendremos que pagar un precio enorme si seguimos observando.
La voz de Li Lanfeng era extremadamente suave, aparentemente hablando consigo mismo. En ese momento no pudo encontrar una razón para explicar por qué tenía esa corazonada.
—Incluso si tenemos que pagar un precio, ¿estás dispuesto a abandonar esta oportunidad?
Zhao Jun no creía que Li Lanfeng estuviera dispuesto a tomar la iniciativa y marcharse.
—Por supuesto que no. Incluso si tengo que pagar un precio enorme, me quedaré y observaré—Li Lanfeng respondió con decisión y luego sonrió amargamente.
