Li Shiyu solo pudo seguir guardando silencio, porque sus habilidades médicas aún no estaban en ese nivel. Típicamente, los médicos militares que alcanzaban esa etapa eran aquellos que habían estado practicando por hasta veinte años y más; sólo la experiencia médica acumulada podría permitirles hacerlo.
—Si no puedes hacer eso, entonces, ¿cómo puedes discutir conmigo que las lesiones de Luo Lang no son una recaída de sus antiguas lesiones? —preguntó Ling Lan con una ceja levantada.
«Jefe, ¡eres tan despreciable!» Pequeño Cuatro y Luo Lang vieron a Li Shiyu siendo interrogado con tanta dureza por su jefe que estaba completamente desconcertado, y solo podían sacudir la cabeza en silencio y suspirar.
