La tercera bruja era Colibrí. Era pequeña, tal como lo indicaba su nombre. Actuó más reservada que las otras brujas cuando Roland le preguntó sobre su habilidad. Ella acaba de llegar a la edad adulta este invierno y era una chica linda con hoyuelos simétricos, un rostro delicado y una voz dulce y suave.
Su habilidad era aligerar objetos, lo que significaba que ella era capaz de bajar mucho el peso de un objeto una vez que ponía su poder mágico en él. Según su descripción, el peso de un objeto sería cercano a cero. Roland le pidió que lo demostrara con su taza de té y descubrió que la taza casi flotaba en el aire, es decir, que su peso era similar al del aire. Por supuesto, a los ojos de las personas en esa época, el aire carecía de peso.