Hoja nunca hubiera pensado que tendría la oportunidad de poner un pie en esta ciudad de mundo real. Podía ver a muchas personas apuradas y bulliciosas.
El conjunto de cabañas de ladrillo abrió viejos recuerdos que le vinieron a la mente cuando se acercaba al límite de Ciudad Fronteriza. Había huido a la Cordillera Impasable hacía menos de medio año, pero la escena frente a ella la hacía sentir como si estuviera en un mundo nuevo y extraño.
Los Meses de Demonios acababan de terminar. La gente acababa de pasar el invierno sin comida ni ropa, y deberían haber estado en mal estado físico y mental. Hoja recordó que la Asociación de Cooperación entre Brujas había pasado una vez por el barrio pobre de Ciudad de Plata y que había estado inundado de cadáveres. Los que aún estaban vivos parecían ser como los muertos, con caras entumecidas y movimientos incómodos.