En la oscuridad, Roland sintió que dos manos lo habían agarrado simultáneamente. Ruiseñor dijo alerta —¿Qué está pasando?
—La ilusión creada por este sigilo se proyecta directamente en el cerebro de todos —explicó Agatha —. Parecerá que has sido teletransportado a otro mundo tú solo, pero la realidad no se verá afectada. Todavía estamos parados en el gran salón.
—Si no quieres verlo, puedes salir del alcance efectivo del sigilo —agregó Isabella.