Para Ciudad Fronteriza, este año fue diferente a años anteriores.
En el pasado, una vez finalizados los Meses de Demonios, los refugiados tenían que esperar en la ciudad de Fuerte Largacanción durante un mes más, hasta que la nieve se hubiera derretido por completo para poder regresar a su hogar.
Lo que les esperaba en Ciudad Fronteriza era un desastre. Las casas que habían estado desatendidas durante meses estarían en ruinas. A veces, las cabañas frágiles colapsaban por el peso de la nieve. Las bestias demoníacas a menudo causaban estragos en las casas; los gabinetes y las mesas habían sido mordidos y rotos en partes; mientras que los trapos y cosas parecidas se encontrarían anidados las esquinas.