Lorgar descubrió que este monstruo volador salvaje y feo que tenía alas sin pelo y una fuerza aterradora, sonaba algo familiar.
Espera, ¿No suena como la paloma blanca que es muy cercana a Cenizas? La niña lobo pensó. Una imagen feroz del ave que había imaginado cruzó su mente de nuevo.
—¿Maggie? —El nombre se le escapó de la boca antes de que ella se diera cuenta.
—¡El lobo en verdad puede hablar! ¡Coouu! —El monstruo soltó un grito extraño y se apresuró a retroceder muchos pasos con los ojos bien abiertos. Al ver esto, la chica loba se quedó paralizada en el lugar, incapaz de decidir si ella debía saltar sobre el monstruo. Ella no sabía por qué Maggie lanzó este ataque furtivo contra ella, pero aún pensaba que este incidente era una buena oportunidad para desafiar a Maggie. Sin embargo, las acciones del monstruo en pánico le hicieron pensar que era Maggie la que estaba siendo emboscada.