La vida de Prius Dessau había ido bastante bien recientemente.
Como un sueño, su servicio en la familia Elk se había desvanecido en el olvido con el tiempo. Su habilidad y entrenamiento como un caballero habían sido olvidados por mucho tiempo. Su gran barriga ya no cabía en su ropa vieja. En cambio, compró pantalones holgados de tela y túnicas cortas de seda, que no solo eran fáciles de manejar, sino que también le permitían actuar como un caballero, aunque era consciente de que en el dominio de Su Majestad ya no había más nobles.