Después de que Roland regresó al castillo, Roland todavía no podía sentir paz en su corazón. Como dice el dicho, la gente derramaría lágrimas de alegría. Pero a su modo de ver, Hero no solo lloraba de alegría, sino que también era una forma de derramar todas sus emociones reprimidas después de haber sufrido años de tratamiento injusto, dolor y falsas acusaciones.
En otras palabras, el hecho de que pusiera una mirada dura no necesariamente significaba que no sentía dolores. Era más bien una máscara y tras ella escondió todos sus verdaderos sentimientos. No fue una reacción anormal para una chica que acababa de llegar a la mayoría de edad antes de que las desgracias hubieran pesado sobre ella. Ella había hecho muy bien en ser fuerte y esperanzada.