—No está mal —Roland hizo un gesto hacia la sombra negra que hábilmente había entrado en las cortinas.
Un rostro sonriente emergió de la oscuridad como para reconocer su aliento. Esto habría sido una visión aterradora si no hubiera sabido que era una bruja escondida dentro.
—Su Majestad, los enemigos están dentro de la sala. Puedo sentir que sus poderes mágicos son casi tan fuertes como las bestias demoníacas híbridas —advirtió Faldi.
—¿Puedes hacerte cargo de ellos?
—No te preocupes. Ling y yo no tendremos ningún problema mientras no sean como los Demonios Mayores —Phyllis respondió.
—Entonces actuemos de acuerdo al plan.