—Hermana, ¿estás... yendo a algún lugar lejos? —La voz de Cole Kant se podía escuchar desde detrás de Edith.
Ella continuó arreglando su ropa sin volver la cabeza hacia su hermano.
—No muy lejos. Me quedaré en algún lugar de la Región Occidental.
Él se acercó a ella y le preguntó de nuevo:
—¿Cuánto tardarás?
—No lo sé.
Cole comenzó a mirar la ropa amontonada en la cama de su hermana.
—No escogiste ningún vestido formal, faja o tu corsé favorito... ¿No vas a visitar a algunos nobles o asistir a banquetes?
Edith le dio una mirada rápida.
—Ahora tienes un poder de observación más fuerte, pero no siempre tienes que decirle a los demás todo lo que notas.
—Tú fuiste quien me enseñó a mejorar mi capacidad de observación —el chico hizo una mueca.
—Ahora te enseñaré otra cosa. Cuando estés hablando con una mujer, recuerda mantenerte elegante todo el tiempo y elige tus palabras con cuidado, ¿entiendes?