La reliquia era una pieza de cristal carmín transparente. Similar al núcleo mágico en las ruinas del laberinto, también era un aparato de tornillos, pero era mucho más pequeño, solo la mitad de la altura de un hombre.
Cuando Elena entró en la cámara, sin embargo, se veía diferente. Su superficie esférica lisa se transformó en un ángulo recto agudo. Desde arriba, parecía ser un cuarto de una esfera.
Se mantuvo a flote sola en el aire como lo hizo el núcleo mágico, lo que demostró que era poco común.
¿Es esto lo que determina el destino de la humanidad? Elena pensó.
Estaba llena de dudas y al mismo tiempo se sentía un poco irritada por las deidades.
