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Rayo voló a la oficina del castillo y pasó el último mapa de la montaña nevada a Roland.
—Tú has trabajado duro —Roland acarició la frente de la joven —. ¿Tienes algún nuevo descubrimiento?
—Sólo había nieve y más nieve —cerró los ojos y disfrutó de la sensación —. No hables de demonios y bestias, ni siquiera vi ningún animal grande.
—¿Es así? Parece que me imaginé demasiado —Roland sacó los mapas anteriores y los examinó a fondo, aunque solo estaban dibujados en forma de boceto, y no eran tan detallados y precisos como las "fotografías" de Soraya, al menos podía ver una vista completa de la montaña nevada.