Muy sorprendida, Cenizas habló.
—¿Qué dijiste? Nunca pensé en dejarte.
—Eso no es lo que quiero decir. A decir verdad, este lugar no es malo... y te gusta, ¿verdad? —Tilly respondió, descubriendo que Cenizas la malentendió.
Después de un momento de vacilación, Cenizas asintió.
—La Asociación de Cooperación entre Brujas debe tener su razón para quedarse aquí y trabajar para Roland, pero somos diferentes. Tenemos nuestra propia casa…—pero Tilly interrumpió a Cenizas.
—Hay solo tres finales posibles para nosotras en esta guerra. El primero es que seamos derrotadas por el Ejército del Castigo de Dios y muramos en la última zanja en la Región Norte. En tales circunstancias, ni Isla Durmiente ni Nuncainvierno ya nos importarían.