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Después del banquete, Loto y Wendy fueron llamadas a la oficina de Roland.
—¿Todo en Isla Dormida salió bien? —le preguntó a Loto con una sonrisa —: Espero no haberte traído ningún problema durante la ausencia de Tilly.
—Por supuesto no —Loto asintió y luego susurró—: Oh... bueno, me dio un pañuelo como regalo la última vez, y todavía no le he dado las gracias.
—No seas tan formal —Roland agitó su mano ligeramente. Sabía que se iban a familiarizar menos con él después de un período de tiempo, pero esto no significaba que su relación personal se rompería. En realidad, esta falta de familiaridad era solo temporal... Creía que pronto podrían volver a sentirse cómodos en esta unión mientras las tratara como de costumbre —. Parece que muchas cosas han cambiado aquí, pero básicamente se mantuvo igual que cuando te fuiste, por favor, haz de la ciudad de Nuncainvierno tu hogar.
—Sí—dijo Wendy y le tocó la cabeza —. Todavía son nuestras hermanas.
