Spear Passi se quedó en silencio por un rato antes de responder.
—¿Me estás amenazando o invitando?
—Te estoy invitando, por supuesto —dijo Ruiseñor —. Su alteza no cree en coaccionar a las brujas. De hecho, yo tampoco.
—En este caso, me niego —respondió Spear sin dudarlo —. Si realmente necesita mi ayuda, puede traer a las brujas al Cresta Dragón Caído y visitarme acorde a las costumbres nobles. No hay necesidad de enviar a alguien a escondidas a mi castillo. Por supuesto, si una bruja atrae la atención de la iglesia, no podría garantizar su seguridad.