Ferlin no estaba familiarizado con el sótano en la mansión Eltek.
Cuando era joven, este lugar solía ser su patio de recreo personal. Le daba un inmenso placer el encontrar todo tipo de artefactos extraños en las cajas polvorientas. Por supuesto, por esta razón, a menudo su padre lo golpeaba y finalmente se le prohibió entrar al sótano solo, pero de alguna manera siempre encontraba una manera de colarse.