La Cámara de Comercio de Margaret llegó al muelle de Ciudad Fronteriza el tercer día de otoño, según lo acordado.
La caravana recuperó su escala anterior, esta vez con diez barcos de vela alineados y firmemente anclados por el caballete.
—Su Respetada Alteza, Príncipe Roland, nos reunimos nuevamente —dijo Gammon, el comerciante de Bahía de la Luna Creciente. Luego hizo una reverencia y dijo —. ¿Escuché que la señorita Margaret mencionó que se completó el primer bote a vapor?
—Es verdad —dijo Roland y rió—. Sin embargo, será necesario un viaje de prueba de tres o cuatro días para verificar la confiabilidad del sistema de energía a fin de garantizar la calidad de la mercancía.
—Estoy ansioso por hacerlo —dijo Marleen mientras aplaudía —. Definitivamente podemos esperar por aquí, ya que a la flota le tomará tiempo descargar todo. Su alteza, ¿puedo visitar el barco de vapor durante la prueba?