—Los fiordos han sido bendecidos con innumerables islas y nadie ha visto las fronteras de esas islas —dijo un hombre alto y corpulento con una apariencia áspera. —Cuanto más al este vayas, más impredecible será el clima, y lo mismo se puede decir de las islas. Lo que es peor, no sé qué tan extrañas serán al final.
—¿Nunca has estado aquí? —Tilly preguntó con curiosidad— Dijeron que eres un excelente aventurero, y que solo te atreves a cruzar la Isla de la Llama Ardiente y continuar hacia el este.
—Jajaja —dijo con una carcajada— este es un elogio exagerado. De hecho, hay personas valientes en los cruces de los Fiordos al este cada año, pero es difícil encontrar algo nuevo. Un huracán y una niebla repentina hará que los barcos sean difíciles de mover.
Era Trueno, pensó Cenizas, un aventurero que fue el primero en descubrir las Islas de la Sombra. Sin embargo, muchas personas pensaron que lo habían matado desde que desapareció en un naufragio hace dos años.
